A LA JUVENTUD.
Tú, que ahora te levantas recién pasada tu infancia,
No estimes la petulancia,
Como algo que te agiganta.
Porque si te sobreestimas,
Despreciando a los demás,
Tú solo te cerrarás,
Las sendas donde caminas.
Ser arrogante y altivo,
Propio es del que está confuso,
Y que engañándose, iluso,
Sigue siendo un primitivo.
Hay muchos acomplejados,
Que piensan impresionar,
Y que tratan de humillar,
Con gestos desaforados.
Toman poses doctorales,
Y gustos de gran señor,
Más no tienen ni valor,
Ni ideas originales.
Suponen que con sus males,
Y signos de malacrianza,
Ya llegaron donde alcanza,
Llegar a los inmortales.
Que al poner el gesto adusto
Ser insolentes y malcriados,
Ya se tienen conquistados,
La inmortalidad y un busto.
Y si el fanfarrón se ufana,
Y el que es cobarde se ensaña,
Y el perverso se da maña,
El trabajador se afana.
Pues si, en albores estás,
Nunca manches tu mañana,
Porque la cabeza cana,
Algún día peinarás.
Y ser joven significa,
El buen camino escoger,
Y tratar de comprender
Lo que la vida se complica.
Francisco Monterrosa.(salvadoreño)